¡AUXILIO!


Comenzaron a circular por redes sociales, las imágenes de listones de colores conformados por piezas de rompecabezas para recordar que el 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del Asperger. Una condición de vida bastante joven entre nosotros, si se toma en cuenta que hace poco más de 50 años que se acuña el nombre del síndrome gracias a quien realizara el primer trabajo de psiquiatría en niños, Hans Asperger y a propósito de su nacimiento, dejar la fecha conmemorativa. Los hallazgos para detectar la situación cuando los niños están en la primera infancia, son aún de alta dificultad y su abordaje de una magna obra de conciencia, sensibilidad y trabajo para toda la vida. Es también necesaria la voluntad, la disposición y el esfuerzo de los profesionales para echar andar el trabajo diario en las aulas con nuestros chicos; pero a razón de saberse personas dinámicas y cambiantes, el reto los supera y se enfrentan a la encrucijada de saber qué hacer con ellos. Son a través de compartir historias de prueba y error que a la postre se vuelven en experiencias de vidas, las que van ayudándoles a sortear las exigencias de la condición de nuestros hijos aunado al estricto y cuadrado programa académico que actualmente impera en el sistema educativo de nuestro país. Aunque el reclamo por pedir ¡auxilio! es parejo, son las zonas escolares de educación especial, las que una a una han pedido el apoyo para conocer más sobre la condición del Asperger que se encuentra dentro del Espectro Autista. En octubre pasado, fueron los miembros de la zona escolar de educación especial región Laguna de Coahuila, quienes pidieron la asesoría, ahora la solicitud vino de Laguna de Durango, con sede en Lerdo. Psicólogos, profesores de educación especial y madres de familia de la Zona 3 de Educación Especial de Secretaría de Educación Pública del vecino estado, recibieron la asesoría de Autismo San Roberto. La distinguida concurrencia, aunque al tanto del tema, tuvo su principal interés en sacudirse contenidos ya caducos, esos que encasillan a nuestros chicos como meros enfermos, destinados de por vida a tomar la “pastillita” para controlar ese o esos síntomas. Bravo por esos profesionales lerdenses quienes salieron a pedir la ayuda en el camino del autismo, ojalá aprovechen el ánimo inclusivo de la alcaldesa María Luisa González Achem, para que, además de colocar nomenclatura braille y rampas en el primer cuadro de la ciudad, gracias a no sé qué estudio; escuche la necesidad de los profesionales de la educación para atender la dimensión de persona de nuestros chicos con alguna Condición del Espectro Autista. Primero Persona.

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