Bajo el lema ‘Siempre Fuertes’, Eros Recio, el primer bailarín profesional con esta discapacidad en España, ha homenajeado al malagueño que consiguió aumentar los donantes de médula
Guillermo Eros Recio Peyró es un nombre que deben tener muy en mente en el mundo de la danza. Este joven valenciano de 24 años tiene síndrome de Down, pero esto nunca le ha supuesto un problema para conseguir su sueño: ser el primer bailarín profesional con esta discapacidad en España. En los carteles de sus espectáculos le verán anunciado como Eros Recio, o lo que es lo mismo, “Amor Fuerte”, como le gusta enfatizar.
Los prejuicios le llevaron a ser un bailarín solista porque las chicas no creían que un síndrome de Down pudiera bailar salsa o bachata. “Ahora bailo más que ellas”, ironiza. Pero está en lo cierto, pues desde que estudió en el Conservatorio Profesional de Danza en Valencia, no ha parado de mover el esqueleto y ganar galardones. Si se asoman a su página de Facebook, comprobarán su intensa agenda de actos culturales, donde aprovecha para retratarse con personajes como Lolita, Bertín Osborne o Santiago Segura.
Su último espectáculo tuvo lugar hace tan solo una semana en Marbella. Bajo el lema “Siempre fuerte”, Eros decidió rendir un tributo a la vida de
Pablo Ráez, el joven marbellí católico de 18 años que falleció de leucemia tras convertir en viral su campaña sobre la importancia de donar médula. Los beneficios de la obra los donó a la asociación a favor de las personas con discapacidad Aspandem.
El objetivo de esta solidaria iniciativa era “rescatar el mensaje de Ráez para que no se olvide”, explica Carlos Recio, padre del valenciano. “Es un guerrero, el gladiador del siglo XXI que nos ha hecho recuperar la confianza en nosotros mismos”, ha incidido Recio en alusión al joven marbellí. Para explicar el emotivo mensaje, el bailarín decidió representar la vida de Ráez a través de la danza “con melodías seleccionadas especialmente para cada momento”.
Eros también quiso transmitir un importante mensaje sobre la discapacidad, al asegurar que las personas, “por encima de sus capacidades, pueden hacer mucho más de lo que pensamos que pueden hacer”.
Claro ejemplo de ello son las historias de superación del malagueño y la suya misma. “La discapacidad es mi mayor impulso. Siempre nos han llamado retrasados. Ahora hemos de demostrar que podemos ser adelantados”, remarca.
Vía FOREUMLIBERTAS.COM
Comentarios
Publicar un comentario