La Imaginación
Columna publicada en Milenio Laguna del martes 10 de abril de 2018 en edición impresa y digital.
Por: Verónica Rocha
Es todo un desafío para los
padres de familia entender la sexualidad en la etapa de la adolescencia en sus
hijos, incluso para ellos mismos. La presencia de alguna condición del Espectro
Autista los pone en la incógnita si será posible hacerlo de una manera sana y
por qué no, hasta placentera.
El psicólogo Eduardo Díaz
Tenopala aseguró que será la imaginación que se da dentro de la simbolización
del proceso de pensamiento en personas con autismo o asperger la variante que
marque la pauta para vivir y gozar de su sexualidad.
Durante su presencia en Torreón, el
también autor del libro “Adolescencia y Sexualidad en Personas con el Síndrome
de Asperger” y del Filtro Mexicano para la detección del TEA, recordó que
aunque son pocas las variantes entre la condición de autismo y asperger, ésta
peculiaridad marcará la pauta para vivir su sexualidad, es decir la facultad
que tengan de interpretar la realidad y
la posibilidad de imaginar, esa será la
gran diferencia.
Es decir, los chicos con asperger
tienen la posibilidad de echar a volar su imaginación en diversos temas incluso
fantasear en tópicos sexuales, por lo que no será extraño que el adolescente en
su mente ya haya ‘fabricado’ un encuentro con la vecina, con la chica de su
escuela, o la que cruzó la calle, solo porque le gustó.
En cambio, en las personas con
autismo se ha encontrado que tienen dificultad para la simbolización de
objetos, es decir dar una representación diferente a lo que vemos, lo que es
muy notorio a una temprana edad. Tomar el lápiz de avioncito, la cuchara como
bataca de batería o un pedazo de madera para simular un carrito de carreras,
imposible para ellos.
Por este motivo su sexualidad no
estará encaminada o difícilmente lo será para encuentros con el otro y sostener
relaciones sexuales. Sin embargo erecciones, masturbaciones y eyaculaciones sí
estarán presentes.
En el tema de la diversidad
sexual reveló haber encontrado chicos con asperger que se reconocían como
homosexuales, pues recuerdan que desde muy pequeños les atraen personas de su
mismo sexo. En el caso de las personas con autismo no ha encontrado, en sus
casi 30 años de experiencia un solo caso de homosexualidad, incluso
heterosexuales que sean casadas o tengan pareja, muy probablemente por la dificultad
para la simbolización en el proceso de pensamiento.
Dejó en claro que la educación
sexual de los chicos con alguna condición del espectro autista, comienza y se genera
en casa, luego pueden y deben intervenir miembros de otros espacios como la familia
extendida, la escuela, el sector salud, entre otros. PrimeroPersona
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