Buenas intenciones pero…

Columna publicada el martes 13 de noviembre de 2018 en la edición impresa y digital de Milenio Laguna.


Por: Verónica Rocha

La semana anterior estuvo sonando con frecuencia desde el atril del Congreso del Estado de Durango la palabra Discapacidad. Primero fue el diputado Ramón Román Vázquez quien con la presentación de una iniciativa para reformar la Ley de Inclusión a las Personas con Discapacidad propone aplicar multas de 25 a 40 veces la Unidad de Medida y Actualización a los constructores o propietarios que incumplan con medidas de accesibilidad y movilidad necesarias para las personas con discapacidad.

El también presidente de la Comisión de Atención a Personas discapacitadas, Enfermos Terminales y Adultos Mayores aportó datos de la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial, que indican que en el mundo hay más de mil millones de personas con discapacidad, aproximadamente  15% de la población, dice.

Un par de días después vino la diputada Alicia Gamboa para proponer reformar la Ley Orgánica del Congreso en el que todas las sesiones del mismo, excepto las privadas, cuenten con personal especializado en lenguaje de señas mexicana.

De entrada la intención de ambos legisladores por mirar a la comunidad con discapacidad de la tierra del alacrán para mejorar sus condiciones de vida son buenas pero no los documentos a los que hacen referencia para sustentar sus dichos y mucho menos el manejo del lenguaje en el que se apoyan.

De acuerdos con expertos, cuando se trata de dar garantía en derechos humanos para la comunidad que desean favorecer, la carta madre en que deben basar sus discursos o posturas es la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que por cierto México impulsó, firmó, ratificó y entró en vigor desde 2008 y en ninguna de las iniciativas se cita. Qué raro ¿no?

Además de que faltan al lenguaje incluyente propio del modelo de derechos humanos al que exhorta la Convención. El nombre de la comisión los llama “discapacitados” y debe ser personas con discapacidad en tanto que no es lenguaje sino Lengua de Señas Mexicana LSM. Primero Persona. PrimeroPersona

Comentarios

Entradas populares