La pólvora del corazón

Por: Verónica Rocha

Quedó oficialmente aperturado el maratón Guadalupe-Reyes, ese período de celebraciones y festejos que se registran del 12 de diciembre al 6 de enero y donde abundan la comida, las golosinas y las bebidas al por mayor.

Comenzó el jueves pasado con el día de la Virgen de Guadalupe, nos viene la Navidad y cierre de año el 25 y 31 de diciembre respectivamente y rematamos en el 2020 con la rosca de los Reyes Magos.

Además de la comilona, la música y el jolgorio se le añade un ingrediente más a las celebraciones: La Pólvora. Es una costumbre añeja y arraigada en el pueblo de México prender cohetes y cohetones para demostrar el júbilo y la alegría que se tiene por la celebración.

Las fechas más características para prenderlos son las fiestas patrias del 16 de septiembre y la noche mexicana del día de la Revolución; la feligresía católica también gusta de esta práctica en las fiestas patronales. A muchos gustan y a muchos más estresa.

Sí, la práctica de prender pirotecnia se ha tornado no solo de alto riesgo sino molesta para aquellas personas con retos sensoriales como las personas con autismo, por ejemplo.

Debido al reto que presentan en la maduración de su integración sensorial es que no solo no disfrutan del bullicio y escándalo de las fiestas, sino de la pirotecnia que ya es común escuchar en  lugares públicos y hasta en la casa de junto de la colonia.

Es por eso que cada vez en mayor medida se lee a través de redes sociales la atenta petición a las personas que gustan de la pólvora en esta época decembrina, se abstenga de prender, cohetes, cebollitas, cerillos y soltar balazos al aire en señal de alegría; pensando particularmente en las personas con serios retos sensoriales. Incluso se apela también a la seguridad de las mascotas.

Las direcciones de inspección de la región han manifestado la prohibición para hacer uso de pólvora en cualquier cantidad y circunstancia, pero conociendo la astucia del mexicano para salirse con la suya pese a las recomendaciones, se hace pertinente pedir que la ´pólvora’ que habría que ‘prender’ es el júbilo y el gozo que llevamos en el corazón para acoger al otro que es diferente a mí. PrimeroPersona