Una rosa de Guadalupe
Dentro de los anuncios que paulatinamente se han hecho por parte del Gobierno Federal respecto a los apoyos y becas del programa de Bienestar, han surgido voces a favor y otras inconformes. ¿Quién rechazaría recibir dinero sin trabajo alguno de por medio? ¿Por qué hay quién expresa su molestia en torno al ahora, “compromiso estrella” del presidente hacia las personas con discapacidad? Pues porque son insuficientes, inadecuadas y hasta ilógicas. Maestros en política pública, derechos humanos y los expertos en la materia por experiencia vivencial como lo son los padres de hijos con discapacidad, lo han dicho fuerte y quedito. La cuenta pendiente que el Estado tiene hacia las personas con discapacidad es añeja y profunda por lo que al entrar un “nuevo régimen” de poder se esperaba que las líneas de política pública fueran, sino absolutas, sí congruentes, pero no ha sido así. La presidenta de la Asociación de Padres con Hijos con Discapacidad en Durango Nora Karthe Escobedo, ventiló la tardanza de los apoyos económicos para las personas con discapacidad durante los últimos dos bimestres, además del desorden en relación a los nombres y lugares para que llegue; pero lo que ha cuestionado duramente, es la condición de no superar los 29 años para seguir recibiendo el apoyo de Bienestar ¡ilógico! ¿Acaso al llegar a esa edad desaparece su discapacidad? ¿Todas las personas con discapacidad logran formación académica y desarrollo de habilidades para insertarse en el área laboral? ¿Los empresarios han roto los estigmas en torno a ocupar y emplear a una persona con discapacidad? ¿Esperamos una rosa de Guadalupe? Se había aclarado, por parte del gobierno federal, que en el grupo de personas adultas mayores también se contemplarían apoyos económicos a las personas con discapacidad, a partir de 65 en la zona indígena y 68 en la urbana. ¿Y en el lapso de tiempo entre los 29 y 65 o 68? La visión de la 4T sobre las líneas de acción y de política para las personas con discapacidad, no terminan de cuajar. Si bien no hay dinero que alcance para atender el tema, por lo menos se espera que al momento de diseñar una política pública tenga congruencia y sentido, de lo contrario se está jalando la cobija para cubrir a unos y desproteger a otros. Primero Persona.
autismo.sanroberto@yahoo.com.mx
Publicado originalmente en Milenio prensa y digital el martes 25/01/2021
https://www.milenio.com/opinion/veronica-rocha/mundo-inclusivo/una-rosa-de-guadalupe
Comentarios
Publicar un comentario