¿Todas?
Ahora somos más visibles y más ruidosas. Las mujeres hemos cambiado los modos y las formas para hacernos notar con el propósito de recordar la serie de desigualdades que aún vivimos y el añejo pendiente de impartición de justicia en casos judicializados en muchos no concluidos. Nos vemos en distintos estratos sociales, de diferentes razas, incluso religiones. Habemos morenas, rubias, castañas, trigueñas…jóvenes, maduras, muchas de la tercera edad. También las hay bajitas, altas, delgadas, gruesas, atléticas. Todas pasan por el mismo filtro de la discriminación y la desigualdad ¿Todas? No, todas no. Hay quienes tienen que vivir doble discriminación. Nos referimos a las mujeres con discapacidad, esas que además de estar en desventaja ante el patriarcado lo están aún más con la visión capacitista a la que nos han (hemos) querido acostumbrar a fuerza de creer que todos y todas debemos corresponder a un solo molde y no más. Y es que, en los movimientos de las ‘compas’ es casi nula la p